Los marketplaces propios se consolidan como un entorno ideal para impulsar marcas propias con más visibilidad, control y rentabilidad.
El auge de los marketplaces propios —plataformas de e-commerce gestionadas directamente por fabricantes, distribuidores o grandes retailers— está abriendo una nueva vía de crecimiento para las marcas propias. A diferencia de los marketplaces tradicionales, en los que todas las marcas compiten bajo reglas impuestas por un tercero, un marketplace propio permite a la empresa dueña del canal decidir qué productos destacar, cómo presentarlos y con qué condiciones comerciales ofrecerlos.
Esa autonomía representa una ventaja concreta para las marcas propias. Al no depender de algoritmos externos ni pagar espacios publicitarios, estas marcas pueden ocupar lugares privilegiados en la vidriera digital, con fichas optimizadas, beneficios exclusivos y campañas alineadas con los objetivos comerciales de la compañía. Es una forma directa de asegurar visibilidad y fortalecer la propuesta de valor ante el consumidor.
Márgenes
Además, el acceso a datos en tiempo real —búsquedas, clicks, compras, abandono de carritos— permite tomar decisiones más rápidas y precisas sobre surtido, pricing y promociones. Esto retroalimenta el desarrollo de las marcas propias, ajustándolas mejor a la demanda real y ganando eficiencia en el proceso.
En un marketplace propio, las marcas propias también logran mejorar sus márgenes, al reducir intermediarios y gestionar directamente la relación con el cliente. Esto habilita estrategias como productos gancho, kits promocionales o lanzamientos exclusivos que serían más difíciles de implementar en un entorno externo.
En categorías como alimentos, higiene profesional, ferretería o cuidado personal, varias compañías que operan marketplaces propios reportan crecimientos sostenidos de sus marcas propias en canales digitales, tanto en unidades vendidas como en participación dentro del mix total. El control del entorno permite no solo vender más, sino también construir marca con coherencia y rentabilidad.
